¿Eres un colchón o una tabla?

A menudo nos sorprenden "inesperadas situaciones negativas", como vernos atascados en la carretera, que no haya forma de encontrar aparcamiento, que alguien se nos cuele o que los vecinos tengan a toda pastilla la música (seguro que se te ocurre alguna otra de estas situaciones).

Lógicamente, nos afectan, y sería absurdo fingir lo contrario. 

Estos pequeños infortunios son como bolas que caen sobre nosotros, la diferencia es si somos capaces de recibirlas como un colchón o como una tabla rígida.

Si tienes una ducha de sin presión, sin espacio, atorada y con el agua llena de cal, es la que tienes. A partir de ahí, tienes dos opciones.

1. Que cada noche las duchas sean un impacto sobre sólido, resquebrajando cada día un poquito más hasta que tus nervios se desborden (tal vez sin que nos demos cuenta).

2. Que sea un impacto sobre un colchón. Nos afecta que la ducha sea horrible, no vamos a negar que no; el colchón se abolla y se resiente, pero mucho menos. Y lo mejor de todo: la bola, mientras más pesada sea, más rebota en el colchón.

La capacidad de repeler las bolas es el sarcasmo, y el sarcasmo es la alquimia de las emociones, el catalizador de las molestias, lo que convierte un llanto en una risa, una maldición en un chiste o un grito en un intento de cantar.

Recuerdo una discusión que tuve con una amiga cuando, al fallecer uno de mis mejores amigos, a ella le cabreaba que yo "estuviera bien" (o lo aparentara). Para ella era una relación proporcional el tiempo que te pasas encerrado llorando por alguien con lo que ese alguien te importa.

Su argumento, por continuar con la metáfora, era como si dijera algo como "¿qué haces rebotando la bola? Si no dejas que la bola te destroce es que no eres humano. Eres frío".

Desde mi punto de vista, esa correlación no tiene sentido. Creo que, simplemente, hay diferentes formas de percibir y de lidiar con el dolor.

A mí al menos me ayuda hacer esta reflexión, para ser consciente de que existen estas dos formas de verlo. Visualizar la tabla y el colchón me ayuda a identificar mejor mis emociones, y espero en que también te sirva a ti.